"Bienvenidos a la docencia"

Hoy, 9 de septiembre, fue un día que me mostró una cara diferente de la docencia, una que no aparece en los manuales ni en los libros de texto. Con motivo del Día del niño, mi supervisora, la profesora Ruth, nos pidió a mis compañeras de práctica y a mí que colaboráramos en las actividades del colegio. Desde muy temprano, dos frases marcaron el tono de la jornada: "Bienvenidos a la docencia" y "Esto no está en el currículo".

Llegué con Seidy a las 7 de la mañana. Al principio, la profesora Ruth estaba molesta porque las primeras dos lecciones se iban a cancelar por un acto cívico en honor a las fechas patrias, acto que finalmente fue cancelado. Sin mucho más que hacer, nos quedamos ayudando a preparar unos carteles sobre Nicolás Aguilar Murillo, un héroe nacional del que no había oído hablar. 

Cerca de las 8, Seidy se fue y Ana Laura, otra compañera, llegó para acompañarme al gimnasio, donde se celebraba el acto del Día del Niño. Al principio dudábamos de que todos los estudiantes entraran en el espacio, pero al final lo lograron (tal vez ayudó el hecho de que no estaba presente toda la población estudiantil). Vimos un desfile de disfraces y algunas presentaciones de baile. Personalmente, estas actividades nunca me han gustado demasiado, pero entendí que para los estudiantes eran importantes y necesarias (todos se mostraron muy participativos). 

Cuando Ana Laura se fue, Valery, la tercera compañera, llegó para ayudar en la preparación de los hot dogs que se repartirían a los estudiantes. Varias profesoras también estaban colaborando y en ese ambiente distendido se escucharon muchas quejas sobre la organización del evento. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fueron los comentarios humorísticos de una de las profesoras, que bromeaba diciendo cosas como: "Estudié Filología para terminar haciendo hot dogs" o "No estudien para ser profesores", seguido de un "Bueno, ya están estudiando... pero saquen esta carrera rápido y luego saquen otra". Fue un rato muy ameno, lleno de risas, aunque inicialmente pensé que sería una tarea tediosa la verdad es que no lo pasé mal. Incluso podría decir que me desestresé un poco. Hasta nos tomamos una foto todos los del "equipo perro", como nos llamó una de las profesoras presentes.

A medida que la mañana avanzaba, comprendí que ser profesor no se limita a las horas de clase ni a los contenidos que se enseñan. Implica ser parte activa de la comunidad, estar disponible para todo tipo de actividades y adaptarse a lo que el día traiga. Las frases que escuché al principio cobraron aún más sentido. Ser docente es estar presente para los estudiantes y colegas, incluso en las tareas más tediosas.



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